Hoy, Sharon



Hola niñas! Mi vida es últimamente muy aburrida (como si antes fuera una montaña rusa de hechos apasionantes), así que, para no aburriros a vosotras también, no me habéis visto por aquí.

Me consta, sin embargo, que alguna de vosotras estaba un poquito harta de ver a la señora Cruzeiro cada día y, aceptando su sugerencia, he colgado a un ser femenino de carne y hueso; la elección también ha sido suya, así que, si os gusta Sharon Stone, dadle las gracias a Lena. A mí la que más me gusta es la primera, y a vosotras?

A ver si me inspiro y os cuento algo en los próximos días... ains!

Miradas (con un ojo o con dos)

¿Nunca habéis tenido la sensación de que la gente os miraba por la calle? Yo hace días que la tengo; todo empezó cuando salía a pasear a la perra. Me miraban, pero me miraban raro. Llegué a pensar que tenía algo pegado en la cara o algo; al llegar a casa lo comprobé y, para mi tranquilidad, vi que no era el caso. Le pregunté a Ruth si tenía algo extraño que hacía que la gente me mirara... y me dijo que no, que eran paranoias mías; que nadie me miraba... (gracias, cariño...).

De esas miradas todavía sin explicación (Ruth dirá lo que quiera, pero esa gente me miraba raro) pasamos a otro tipo de miradas... poco discretas, todo sea dicho. Mi público (masculino, claro) se centra, básicamente, en viejos y sudamericanos, ya que los dos parecen tener cierta preferencia por las mujeres que tienen donde agarrar... que es el caso. Será que tengo el guapo subido estos días, no sé...

Y hoy ha llegado el guiño femenino... simpático, que no sexual (pese a que el radar había detectado la presencia clara de mi bollointerlocutora). Iba yo por la calle, camino del INEM (mira que he ido veces, pero hoy me ha dado por cambiar de ruta), no sé por qué tienen que poner la oficina en medio de un polígono industrial... y bueno, que no tenía muy claro dónde estaba. Y veo, a escasos metros (única señal de vida humana en kilómetros a la redonda) un vehículo del Ayuntamiento (de limpieza, jardines o algo de eso), y pienso "esta chica tiene que saber seguro dónde está la calle que busco, y parece maja", y allá que voy. Nada más cruzar la mirada pensé "uuuh! ésta es de las nuestras". La muchacha en cuestión, muy amable, ha sacado un mapa, ha buscado la calle y me ha indicado muy diligentemente si tenía que ir p'alante o p'atrás, que era lo que yo no tenía muy claro. Le doy las gracias y se despide de mí con un guiño, con un guiño de esos que hago yo muchas veces (a menudo hasta cuando no debo; se me escapan).

Os parecerá una chorrada, pero ese gesto simpático, sin ninguna otra intención, me ha hecho mucha gracia y hasta me ha puesto de mejor humor, ya ves.

¿Y vosotras? ¿Guiñáis?

El sabor del amor (del sexo, qué coño!)

Como no sé qué contaros, hoy vamos a hablar de Sweet Release Woman. Derivando por la red llegué el otro día hasta él y ahora me asalta la gran duda de si la gente es mu' remilgá, o de si hay realmente muchas mujeres con serios problemas con el olor de sus flujos.

Vi una noticia en 20minutos.es sobre semen sabor manzana (qué queréis que os diga... me llamó la atención), así que decidí investigar sobre el tema y mis pesquisas me llevaron a nuestro protagonista de hoy.

Por 43 eurillos de nada tienes un frasquito con 60 cápsulas, a dos tomas diarias, un botecito al mes. En un plazo de 7 a 28 días el olor y el sabor de tu flujo habrán cambiado (a mejor, espero). Además, reduce el colesterol y ayuda al sistema inmunológico (hijas mías, todo ventajas...).

Y ahora, decidme si soy rara y preferiríais un "agradable y fresco olor y sabor a lavanda" (el femenino no especifica el sabor) en "esos momentos" o, mejor, las cosas como son... por mi parte está claro. Y a vosotras? No os cortaría el rollo encontraros un buen día con que vuestra chica sabe a macedonia?




Os iba a poner una frikada musical (es más mi estilo, qué se le va a hacer), pero me he topado con esto, que es hasta bonito, y me he acordado de Hormiga y de sus manos aterciopeladas (no os precipitéis, guarras). Una, que es una romántica... hala!

Mistresses

Bueno, incitada por Lena (que no sé cómo no ha hecho esto antes que yo), ya tenemos la primera temporada de Mistresses y hemos visto los tres primeros capítulos.

Pensábamos que era una serie de bollos, pero no. Es algo más parecido a un Mujeres Desesperadas, pero a la inglesa, con menos vis cómica y con algo de rollo bollo en una de sus historias. Así que, si lo que buscáis es una serie tipo L, ésta no es la vuestra, aunque en general está bien y la relación Jessica-Alex le da vidilla al asunto.

Os dejo algunos de sus mejores momentos.