OMG - Lena Headey



Hola a todas! Con este post inauguro la sección OMG (silbidos y aplausos)... sí, lo sé... cómo no se me había ocurrido antes? Bueno, en fin, más vale tarde, ya se sabe.

La encargada de abrir este nuevo apartado no podía ser otra que Lena Headey, a la que yo no conocía antes de sumergirme en la bollosfera... podéis pegarme, pero es que yo, en cuestión de mujeres imposibles, me había quedado en la Jolie (que bien merece otro especial).

Y nada, que espero que os guste... no sé yo cómo habrá quedado la calidad de las fotos (me temo que mal), pero si alguna de vosotras está especialmente interesada en alguna de las que aparecen aquí, me la puede pedir y estaré encantada de enviársela.

Por cierto, ahora que hablamos de Lena. En mi búsqueda de imágenes me topé con un blog (dorothysurrenders.blogspot.com), que vale mucho la pena. Tiene una lista kilométrica de mujeres a las que ha dedicado sus posts (Lena ocupa un puesto destacado y de allí he sacado muchas de las fotos que veréis en el video). También tiene una sección especial tirantes... !!!!!! Con lo que me ponen a mí las tías en tirantes... creo que también caerá un OMG tirantes... hmmm.

Por cierto, se admiten sugerencias para próximas recopilaciones.

Hala! Os dejo con Lena, que seguro que estáis deseando que pare de escribir...

Coming soon...

Hola niñas! Ante la insistencia del respetable, y aunque mi vida sigue siendo igual de aburrida, mañana (hoy para vosotras) intentaré regalaros algo que espero que os guste... y hasta aquí puedo leer. Voy a seguir un ratito preparando esto y a la camita, que ya va siendo hora... hala! Bona nit!

Hoy, Sharon



Hola niñas! Mi vida es últimamente muy aburrida (como si antes fuera una montaña rusa de hechos apasionantes), así que, para no aburriros a vosotras también, no me habéis visto por aquí.

Me consta, sin embargo, que alguna de vosotras estaba un poquito harta de ver a la señora Cruzeiro cada día y, aceptando su sugerencia, he colgado a un ser femenino de carne y hueso; la elección también ha sido suya, así que, si os gusta Sharon Stone, dadle las gracias a Lena. A mí la que más me gusta es la primera, y a vosotras?

A ver si me inspiro y os cuento algo en los próximos días... ains!

Miradas (con un ojo o con dos)

¿Nunca habéis tenido la sensación de que la gente os miraba por la calle? Yo hace días que la tengo; todo empezó cuando salía a pasear a la perra. Me miraban, pero me miraban raro. Llegué a pensar que tenía algo pegado en la cara o algo; al llegar a casa lo comprobé y, para mi tranquilidad, vi que no era el caso. Le pregunté a Ruth si tenía algo extraño que hacía que la gente me mirara... y me dijo que no, que eran paranoias mías; que nadie me miraba... (gracias, cariño...).

De esas miradas todavía sin explicación (Ruth dirá lo que quiera, pero esa gente me miraba raro) pasamos a otro tipo de miradas... poco discretas, todo sea dicho. Mi público (masculino, claro) se centra, básicamente, en viejos y sudamericanos, ya que los dos parecen tener cierta preferencia por las mujeres que tienen donde agarrar... que es el caso. Será que tengo el guapo subido estos días, no sé...

Y hoy ha llegado el guiño femenino... simpático, que no sexual (pese a que el radar había detectado la presencia clara de mi bollointerlocutora). Iba yo por la calle, camino del INEM (mira que he ido veces, pero hoy me ha dado por cambiar de ruta), no sé por qué tienen que poner la oficina en medio de un polígono industrial... y bueno, que no tenía muy claro dónde estaba. Y veo, a escasos metros (única señal de vida humana en kilómetros a la redonda) un vehículo del Ayuntamiento (de limpieza, jardines o algo de eso), y pienso "esta chica tiene que saber seguro dónde está la calle que busco, y parece maja", y allá que voy. Nada más cruzar la mirada pensé "uuuh! ésta es de las nuestras". La muchacha en cuestión, muy amable, ha sacado un mapa, ha buscado la calle y me ha indicado muy diligentemente si tenía que ir p'alante o p'atrás, que era lo que yo no tenía muy claro. Le doy las gracias y se despide de mí con un guiño, con un guiño de esos que hago yo muchas veces (a menudo hasta cuando no debo; se me escapan).

Os parecerá una chorrada, pero ese gesto simpático, sin ninguna otra intención, me ha hecho mucha gracia y hasta me ha puesto de mejor humor, ya ves.

¿Y vosotras? ¿Guiñáis?

El sabor del amor (del sexo, qué coño!)

Como no sé qué contaros, hoy vamos a hablar de Sweet Release Woman. Derivando por la red llegué el otro día hasta él y ahora me asalta la gran duda de si la gente es mu' remilgá, o de si hay realmente muchas mujeres con serios problemas con el olor de sus flujos.

Vi una noticia en 20minutos.es sobre semen sabor manzana (qué queréis que os diga... me llamó la atención), así que decidí investigar sobre el tema y mis pesquisas me llevaron a nuestro protagonista de hoy.

Por 43 eurillos de nada tienes un frasquito con 60 cápsulas, a dos tomas diarias, un botecito al mes. En un plazo de 7 a 28 días el olor y el sabor de tu flujo habrán cambiado (a mejor, espero). Además, reduce el colesterol y ayuda al sistema inmunológico (hijas mías, todo ventajas...).

Y ahora, decidme si soy rara y preferiríais un "agradable y fresco olor y sabor a lavanda" (el femenino no especifica el sabor) en "esos momentos" o, mejor, las cosas como son... por mi parte está claro. Y a vosotras? No os cortaría el rollo encontraros un buen día con que vuestra chica sabe a macedonia?




Os iba a poner una frikada musical (es más mi estilo, qué se le va a hacer), pero me he topado con esto, que es hasta bonito, y me he acordado de Hormiga y de sus manos aterciopeladas (no os precipitéis, guarras). Una, que es una romántica... hala!

Mistresses

Bueno, incitada por Lena (que no sé cómo no ha hecho esto antes que yo), ya tenemos la primera temporada de Mistresses y hemos visto los tres primeros capítulos.

Pensábamos que era una serie de bollos, pero no. Es algo más parecido a un Mujeres Desesperadas, pero a la inglesa, con menos vis cómica y con algo de rollo bollo en una de sus historias. Así que, si lo que buscáis es una serie tipo L, ésta no es la vuestra, aunque en general está bien y la relación Jessica-Alex le da vidilla al asunto.

Os dejo algunos de sus mejores momentos.

Nidito de amorrrrrrrrrrrr

Hola niñas. A petición de la audiencia os voy a enseñar mi casa, como la Preysler, aunque sin bombones ni Porcelanosa ni 257.427 cuartos de baño. Mi casa tiene escasos sesenta metros en los que, obviamente, no cabe más de un lavabo -y pequeño-. Pese a todo, es nuestro "nidito de amorrrrrrrrrrrrr" (justificación en la canción adjunta; hay cosas que no tienen precio -ni perdón de Dios-).

Bueno, pues nada, he aquí (arriba) el resultado de nuestro esfuerzo puentil. Falta algo en la pared de la cabecera, estamos en ello. Para valorar el gran cambio deberíais saber cómo era antes. La pared del fondo era color berenjena, las otras eran lilas y las cortinas y la lámpara eran naranjas... parecía la camiseta de un hippie. Ahora parece otra habitación, mucho más grande (aparentemente) y agradable; si la primera noche nos daba pena apagar la luz de lo que nos gustaba mirarla...

En fin. Ahora que ya estáis al tanto del estilismo decorativo de nuestra habitación de las guarreridas (de la mayoría), os invito a sufrir con este espeluznante testimonio sonoro, friki y horrible a partes iguales, a medio camino entre los peruanos de la Plaza Cataluña y la cantata de Santa María de Iquique... indescriptible. No se arranca hasta el minuto largo y dura casi seis pero después de los tres primeros (igual que los tres últimos) no os quedarán ganas de seguir escuchando; os doy permiso para no hacerlo.

Visitantes (episkeptes)


Hola niñas. Perdonad mi ausencia; el bricolaje y sus posteriores tareas de limpieza en profundidad me habían absorbido.

Como no tengo grandes cosas que contar (a menos que queráis que os ponga al día de las combinaciones de colores con las que hemos redecorado nuestra vida, claro) os pondré una cancioncilla de una mujer que me tiene robado el corazón, musicalmente hablando, aunque ya me gustaría estar como ella a su edad...

La cosa viene de lejos, Grecia me ha llamado siempre mucho la atención. Supongo que todos tenemos un país por el que sentimos debilidad... o no, no sé, en mi caso ha estado siempre muy claro. Bueno, un día una amiga me hizo escuchar algunas canciones de Eleftheria Arvanitaki, al principio no me dijo gran cosa, la verdad, pero luego... no pude parar de comprar sus discos.

La vi el año pasado en concierto en San Sebastián y este año en Barcelona y ya estoy deseando que vuelva... ay!

Por cierto, no sé quién le hace la web a esta mujer, pero absolutamente todas sus peores fotos estan allí colgadas...

La pelirroja

Atis, ésta va por ti (han pasado unos añitos, así que la pelirroja está más granadita, pero a mí me gusta igual). Ésta es "la pelirroja" del vídeo del post anterior, Rachel Griffiths.

La "descubrí" en la serie Six Feet Under, donde interpretaba a Brenda Chenowith la novia de uno de los hermanos que dirigen la funeraria familiar heredada de su padre. Ruth y yo nos enganchamos a la serie (no es precisamente una comedia pero está muy bien).

Y fue entonces donde empecé a verle el qué a esta mujer, aunque no tengo muy claro hasta qué punto fue el personaje en sí el que me llamó la atención. En cualquier caso, aquí os dejo un vídeo que algún fan incondicional ha montado con los que considera los mejores momentos de Brenda. Hala!


Siento que gano cuando pierdo

Para compensar la rayada musical de ayer hoy os dejo otra... que a mí me pone de buen humor. Será que me gusta hacer la petarda, pero Abba me da subidón (las tristes no, que son para cortarse las venas).

El otro día, además, enganchamos La boda de Muriel en la tele... cuánto tiempo! Así que nos la tragamos y, pese al dramón de la peli, disfruté de los momentos más petardos como la que más, jajaja.

Y al saber que cierta personita está deseando hacer un Singstar (como que yo no... qué vaaaaa!) y que tiene los grandes éxitos de Abba... mi cabecita empieza a maquinar... de verdad que no te ves??? Me pido la rubia, que a ti te quedan mejor las faldas... ajajaja.

Molaría hacer un numerito como éste, que no?

Vidas que pasan sin importar

Estaba yo esta tarde planchando y, con eso de que tengo que llenar el iPod, escuchando toda esa música que hacía tiempo que no escuchaba. De repente, escuchando a Fangoria, una canción me ha hecho sentir... nostálgica? de una generación que empieza a no poder permitirse hacer locuras excusándose en su juventud? No sé... pero en un momento, Alaska & Co. me han bajao de la parra... que todo pasa, que los que hoy estamos mañana no estaremos y, lo que es peor, que nuestra existencia es insignificante y casual, como la de cualquier otro... que no somos más que más de lo mismo de siempre... qué penica, podió!

Hala. Os la pongo pa' que sus deprimáis...




Resultado encuesta "mano sessuarrll"

Ha llegado el momento de sacar conclusiones sobre la encuesta que abríamos la semana pasada acerca de los gustos/ habilidades de cada una de nosotras a la hora de masturbarse. Han votado un total de 13 personas y hay 15 votos, así que asumimos que una o dos de ellas han seleccionado varias opciones (lo que demuestra que, tal y como planteé la encuesta, interpretar los resultados va a ser complicado) .

Cinco de nosotras (un 38%) usan la mano derecha.

Cuatro ( un 30%) prefieren la izquierda.


A otras cinco (38%) les da lo mismo una que otra y una (7%) utiliza las dos a la vez (pa' qué elegir?). Como no he encontrado foto para estas opciones os dejo una imagen del resultado, que para el caso es el mismo.

Se aceptan sugerencias para futuras encuestas (además de depurar el planteamiento, claro).

Cena y marujeo

Siguiendo en mi línea de imágenes de dudoso criterio estético os dejo con ésta, échale! En mi defensa diré que tiene justificación (temática, no estética); mañana es el cumpleaños de Ruth y hoy le tengo preparada una noche de celebración en plan parejita.

Cuando le he dicho que habría cena especial (viniendo de mí eso asegura poco más que un par de latas; me esmero pero no siempre con éxito) se ha puesto muy contenta (y me he librado de la romántica velada que me esperaba en el Carrefour; la nevera da pena). Así que, arreglá pero informal, he recorrido el súper a la caza de la cena... y aquí estoy, aprovechando los últimos minutillos antes de ponerme el delantal para marujear.

Hablando de imágenes espantosas, he encontrado esto... la verdad, no sé por donde empezar a criticarla... jaja. Dios! Qué espanto!


Y ná, os dejo a la Martirio, pa' ambientar... ella sí que lleva bien lo del marujeo...

Catch me

Leyendo la entrada de Kathy Kane del otro día me dieron ganas de copiarle un poco la idea, jeje. Así que os voy a dejar una canción muy especial para Ruth y para mí. No sé por qué la banda sonora de Bandits se convirtió en "nuestra", pero así fue, quizás porque dominó gran parte del trayecto Barcelona Amsterdam en su Ibiza azul sin aire acondicionado (lo jubilamos hace bien poquito, por cierto), nuestro primer viaje juntas. Y de entre todas las canciones, tampoco sé muy bien por qué, ésta se convirtió en "la canción".

Como estos días pasados estuve un poco masoca, escuché la banda sonora un par de veces en el tren, aunque tuve que pasar esta canción (para no liarla, más que nada). Y como ahora ya puedo escucharla y regocijarme de ello pues hala, la cuelgo y la escucháis todas.

De vuelta a mi vida

Os presento a nuestros pies... el suyo, a la izquierda, y el mío, a la derecha. Y aunque estén puestos al revés y los dos apunten hacia afuera... estos pies volverán a andar juntos!!! (no soy cursiii, qué vaaaaaaaa...).

Sí, niñas mías... volvemos a ser Ruth y Bollovillo, un par de dos, porque, por fin, este estado de nervios y dudas ha llegado a su fin... ya estoy en casa!!!

Después de un sábado de subirse por las paredes (esperaba que me llamara entonces), el domingo me llamó para hablar conmigo en casa; el momento de la verdad. Llegué cagadita, pero afortunadamente todo ha vuelto a ser como antes. La pasada noche fue la primera desde mi vuelta y ha sido una gozada volver a tenerla allí, a mi ladito, con sus puñitos enroscados bajo la barbilla, sus piececitos encogidos y dándome la espalda (algunas cosas no cambian), aunque esta noche sí que he sentido un par de abracitos desde detrás (aishhhhh, qué me gustan...).

Muchas gracias a todas, que me habéis ayudado mucho durante estos días... de verdad, me lo habéis hecho todo mucho más llevadero (y os habéis tragado todas mis rayadas), ya que no siempre se puede hablar de estas cosas con alguien, menos aún cuando es alguien común a las dos partes o cuando quieres decir según qué cosas que un conocido preferirías que no supiera... un beso a todas!!!

PD: Y no, no os libraréis de mí... jejeje.

La mano sessuarrllll (Actualizada)

Supongo que en cuestión de dedos estaremos todas de acuerdo (si hay opiniones discordantes, que se manifiesten; siempre es interesante conocer otros puntos de vista).

Pero no, el tema que hoy nos ocupa no trata tanto de técnicas digitales como manuales.

Estábamos Lena y yo divagando el otro día sobre la vida en general y el sexo en particular, tema recurrente en cualquier conversación de nivel, y comentando, dada su lesión en la mano derecha, lo que se agradecía en estos casos tener una mano izquierda precisa, coordinada y competente para saciar nuestros instintos... supusimos que todas contábamos con una mano izquierda (derecha en caso de las zurdas) siempre dispuesta a echarnos... pues eso, una mano, un dedo o lo que correspondiera en caso de necesidad.

Pero, seguro? Sólo hay una manera de conocer vuestras habilidades/ prioridades en esos momentos con vosotras mismas... la derecha? la izquierda? os es igual? las dos a la vez? Votad y sacadnos de dudas, que nos tenéis en un sinvivir...

ACTUALIZACIÓN: A ver... parece que no me he expresado con claridad... hablamos de sexo en solitario, para el otro, si queréis ya haremos otra consulta popular.

PD: Info sobre el libro clicando en la foto.

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Y sigue la espera... mala señal?

La olla autófaga


Qué bonito! Tendrá razón? Estará el secreto en dejarme llevar sin comerme la olla? Igual así desaparecen los miedos, mi barrera personal.

No puedo pasarme la vida pensando si esto se volverá a repetir, si volveré a dudar, si algo me hará plantearme de nuevo todo lo que me ha llevado a esta situación (desesperante, por otro lado; tanta espera me escama).

Quiero a Ruth y, si está dispuesta a volver, no puedo dejarla escapar... es lo mejor que me ha pasado en la vida y, está claro, si hay algún problema entre nosotras, soy yo.

A veces (muchas) pienso que vivo en un mundo propio, distinto al de los demás, en el que mis fantasías corretean sueltas cual cabritillas por el monte... qué bucólico, eh? Claro, claro... prueba a bajar a Heidi , de un tirón, de la nube ésa por la que corretea en los dibujos y te harás una idea de por qué no es bueno dejar pastar a las fantasías personales en el mundo real... simplemente no son compatibles.

A veces siento que con ella me falta algo, o me sobra quizás, no sé... es como si fuera la cuerda que impide que suba como un globo de helio a mi parra, a ese sitio en el que mis sueños (imposibles) se hacen realidad, en el que consigo ser feliz aunque no esté a mi lado y en el que, pese a echarla de menos, las dos llegamos a superar esto y somos superfelices con nuestras nuevas vidas superfantásticas y superexcitantes.

Otras veces siento que si no fuera por esa cuerda haría ya tiempo que me habría perdido entre mis nubes y habría llegado a esa altura en que los globos explotan. Entonces la miro y veo que el verdadero sueño es ella, que no es imposible y que sí, es real... y que la quiero, aunque mi manera de querer sea distinta a la suya, y no por ello menos válida.

Y es que hay nubes realmente encantadoras, por eso a veces me quedo embobada con alguna y pienso si no tendría que cortar esa cuerda que me impide llegar a ella... y perderme en su interior. Supongo que todo mi problema se reduce a una lucha constante entre el mundo real y ese mundo propio que me he inventado y que no sirve para nada más que para no disfrutar de lo que realmente tengo... o forman parte esas nubes del mundo real? Cómo saberlo?

Pena no tener unas pastillitas de éstas... rojo y a la verdad absoluta; azul y te despertarás sin recordar absolutamente nada (y vivirás sin imaginar siquiera que las cosas puedan ser de otra manera, aunque sea en sueños).

El caracol que se dejó la casa

Hoy ha sido uno de esos días de locos, no por nada especial, sino porque me lo he pasado corriendo de un lado a otro tontamente. Tontamente, sí, por qué?

Pues porque ayer, estando yo tomando algo en Gràcia con un amigo me llama mi madre, mi madre? Si acabo de verla...

Yo: Hola! Qué pasa?
Máaaama: Ná, que te han llamado para una entrevista de trabajo... (a casa de mis padres??? de dónde han sacado el número???). Que les llames mañana; no sé si he apuntado bien el apellido (pues no, no lo había apuntado bien; al parecerme un poco raro lo he pronunciado siempre a toda hostia, que no se notara demasiado que no sabía ni con quién quería hablar).

Resumiendo, les he llamado esta mañana. Que llevaban días intentando localizarme (pues yo no me he separado del móvil ni un momento...), que si la cuenta de correo XXXXX seguía activa.... CLAAAAAAAAAARO, tiras de un CV de hace ocho años y pretendes localizarme a la primera? Aún que me has pillao de chorra en casa de mis padres... y que necesito un curro desesperadamente; poca confianza me ha inspirado semejante empresa de selección, pero bueno, qué iba a hacer? Que si podía ir hoy mismo a hacer unas pruebas (un poco precipitado me ha parecido, pero es que pretendía que estuviera allí en dos horas!). Joder, me ha costado, pero he conseguido alargar el plazo dos horas más (lo justo para llegar por los pelos con una presencia digna).

Plan de ataque: dúchate, vete a casa (a la de verdad), vuelve a ducharte (que entre el agua de casa de mis padres, ese champú que usan y ese artilugio anacrónico en el siglo XXI que ellos llaman secador, el pelo me queda hecho una mierda -las que me conocen saben que mi mayor encanto es mi melena Pantene... jajaja-), ponte ropa de persona y a ver qué pasa en la dichosa entrevista... crucemos los dedos.

Cruzar los dedos... valiente estupidez! No he estado nunca tan segura de un fracaso tan estrepitoso en una entrevista... por qué cuando te llaman por teléfono y te adelantan cuatro cosillas, de las que ya avisas que estás muy verde en una de ellas, insisten en hacerte perder el tiempo con pruebas sobre eso que les has dicho, explícitamente, que no dominas???? Pues hala, en eso ha consistido todo... una tarde perdida para nada, y recorriendo toda la ciudad y parte de sus alrededores inútilmente.

Pero bueno, dejando esto a un lado... he tenido que pasar por nuestra casa dos veces. Tan pronto como he salido del metro y me ha invadido esa sensación de barrio cutre, con sus olores, sus obras por todas partes, sus ruidos ensordecedores, su chusmilla... me he sentido en mi vida, en la de verdad.

He llegado, me he duchado en nuestra ducha, me he secado con nuestro secador, he rebuscado entre la ropa de nuestros armarios (entre la mía y la que compartimos), me he sentado en nuestro sofá... y me he sentido en casa por primera vez en muchos días. Me he sentido bien al estar allí, como si ella fuera a entrar por la puerta en cualquier momento. Y me he preguntado cómo hemos llegado a esta situación (o mejor, cómo la he vuelto a liar otra vez) si estamos bien juntas. Qué es lo que espero de la vida sin ella? Por qué es ya la segunda vez que algo me dice "estás segura"? Y, sobre todo, por qué cuando me doy cuenta de todo esto no puedo evitar sentir pánico a cagarla otra vez? Ese miedo me paraliza, no me deja disfrutar de mi relación ni me dejaría romperla si hubiera que hacerlo. Por qué es todo tan complicado cuando podría ser tan sencillo como querer y dejarse querer?

En fin. Besitos a todas, que hoy estoy blandita (aprovechad, que no sé cuando os podréis volver a aprovechar de mí... jajja).

Moquito a moco


Buenos días-tardes-noches a todas! Tengo todo el tiempo del mundo para comerme los mocos y, como podréis comprobar, lo aprovecho para hacer principalmente eso, intercalándolo con algún café que otro, claro, que a palo seco acaba cansando.

1 de septiembre. Para muchas será un día nefasto, lo sé; acabar las vacaciones es duro. A mi plim en ese sentido; sigo en paro (con lo cual, mierda). Julio fue igual de asqueroso aunque, además de tener la ilusión del viaje, aún ni sospechaba lo que me esperaba a la vuelta.

Ya me he levantado con el morro torcido porque, últimamente, los sueños no me ayudan demasiado. Ayer me fui a la cama para desconectar y hoy, los muy cabrones, lo que han hecho en el minuto uno antes de despertarme (i.e. lo último que recuerdo antes de abrir el ojo) ha sido remover la mierda de la que intentaba escapar ayer.

Por lo demás, mi actividad en el día de hoy se reduce a :
  1. Conectarme y mirar correo (no hay).
  2. Materializarme en mi cibercasa (aquí), leer algún comentario que había caído y responder.
  3. Fafar en otros blogs.
  4. Moco.
  5. Mirar Infojobs.
  6. Moco.
  7. Moco en el jardín vigilando a la perra porque mi madre había salido (la perra -que es mía- ha pasado de mí porque se estaba comiendo una maceta; cuestión de prioridades).
  8. Mirar otras cuentas de correo con la esperanza de encontrar algo (y su consiguiente decepción).
  9. Comer.
  10. Café.
  11. Ducha.
  12. Médico.
  13. Visitar a mis abuelos y tragarme todo el capítulo de hoy de "Amar en tiempos revueltos".
  14. Moco.
  15. Post.

Y hasta aquí; si alguien se ha quedado con la intriga por saber cuántos más seré capaz de comerme hasta acostarme, que me lo diga y actualizo.

Momento médico: valga decir que he ido porque, según el médico de urgencias, tengo una tendinitis galopante en el hombro derecho (y duele que te mueres) pero que, de todas maneras, fuera al médico de cabecera. Como buena paciente, después de pensármelo dos meses, he ido a mi médico. La doctora me ha hecho hacer todo tipo de movimientos que, obviamente, no podía hacer. Y cuántos más movimientos era incapaz de reproducir más cara de susto se le ponía... "Ay! Dios mío! Ésta me saca ahora mismo el serrucho y me lo amputa aquí mismo!" Que hablamos de un brazo, si llego a ir con palpitaciones en el corazón, al verle la cara me muero de un infarto de verdad... Que si hacía pesas, me decía (como soy poco grande... lo único que me faltaba era más volumen!) y que esto no era normal para mi edad... (ahí, tranquilizando al paciente...). Conclusión: dolor articular... y yo pensando "dolor articular"? No me juró y me perjuró el otro que lo mío era una tendinitis de manual? Hay alguna médica en la sala? Porque yo de medicina no sé mucho (ni poco tampoco), pero una cosa me suena a carne (músculo, tendón... llámale como quieras), y la otra a hueso... una tercera opinión, chibuplé?

Sigo rayándome con el tema Ruth y mis paranoias, pero vaya, lo bueno de vivir en una montaña rusa es que después de la caída libre vuelves a subir poquito a poco (claro que lo malo es que cuando llegas arriba del todo ya sólo te queda bajar...); molaría más vivir en un Scalextric, que tiene emoción en las curvas pero es plano.

De bajón

Hola niñas. Después del subidón de ayer tenía que llegar en algún momento el bajón de hoy. Sí, si llegáis a conocerme un poco (quizás con estos primeros posts ya os hayáis hecho una idea bastante aproximada) sabréis que soy bastante inestable emocionalmente. Una mierda, vaya.

La verdad es que estos días están siendo muy raros (demasiado hasta para mí). No sabría deciros cómo ni por qué, pero me siento... como si esto no me estuviera pasando a mí. Como si fuera completamente ajena a mi realidad. Pueden pasar un par de días tranquilos, en los que apenas piense y hasta desconecte del todo cuando quedo con alguien para tomar algo, aun cuando hable del tema, es como si pusiera una barrera.

Pero cuando llega el momento de caerse de la parra (ahora), se me cae el mundo encima. No quiero ni imaginar que Ruth pueda llegar a decantarse por el no. Cuando me dijo que necesitaba tomarse unos días pensé que necesitaba un poco de aire para pensar con claridad y asegurarse de que hacía bien aceptándome de vuelta. Ahora, sin embargo, con los días empiezo a ver cada vez más probable la posibilidad de un no. No porque no quiera estar conmigo (sé muy bien que eso es lo que más quiere), sino por miedo a mi puta inestabilidad, a que pueda volver a darse esta situación de dudas... y tendría toda la razón, la verdad. Ruth es una persona muy racional (los opuesto se atraen, ya se sabe) y, precisamente por ello, empiezo a creer realmente que decidirá dejarlo, porque sería la solución más lógica.

Supongo que es más un problema mío que de las dos. Que quizás debería hacérmelo mirar. Que mi vida, sea en el aspecto sentimental o en cualquier otro, siempre ha estado marcada por dudas y decisiones inseguras. Que soy una persona insegura ya lo sé yo sin ayuda de nadie, que soy inestable, también, que soy completamente dependiente de todo el mundo tampoco es ninguna novedad, y que la sensación de ser una inútil me acompañará toda la vida (después de leer todo esto quizás debería empezar a pensar que no es sólo una sensación...) lo tengo clarísimo.

En mis relaciones personales la cosa tampoco va mucho mejor (por no decir nada). Siempre he tenido la sensación de estar de más... de ahí esa actitud tímida tan estúpida de ir por la vida como pidiendo permiso para estar y perdón por molestar.

Da igual con quién esté, siempre tengo la sensación de hablar de más o de menos. De dar demasiada información o de ser demasiado hermética. De parecer una completa gilipollas, vamos. No hablemos ya de conocer a gente nueva! Me aterra la posibilidad de sentirme así una vez más, lo cual no sólo no me ayuda a dejar de sentirme así sino que, además, hace que, efectivamente, los demás piensen que soy imbécil.

Y lo peor es que, como me decían hoy, vaya donde vaya y huya de lo que huya, nunca podré huir de mí... así que me voy a la cama, a ver si durmiendo paro ya la lavadora.

¿Quién es quién?


Hola niñas bollosféricas! A ver, estoy en un estado de sobreexcitación (diferente al que os describía en mi último post) importante. Os acordáis de aquel juego de los 80 (no sé si luego siguió) en el que había que descubrir quién era un personaje a través de pistas físicas? Sí? Bueno, pues la versión cibernética se basa en otro tipo de pistas... si vas contando tu vida por ahí, antes o después puede acabar llegando a alguien que te conoce en el mundo real.

Resumiendo: hasta ahora os he estado hablando de Míriam... que también tiene un blog en la bollosfera (que encontré por casualidad -I promise-). Y yo me dije "Bollovillo, no lo leas, eso está muy pero que muy mal". Claro, claro... dejando aparte que realmente estaba mal no pude evitar echarle un ojo para estar al tanto de lo que decía (de hecho, antes de saber que era ella ya le había comentado).

Míriam, que leyó mi comentario accidental, llegó a Bollovillo, flipó en colorines y, como buena harpía que es (desde el cariño, jajaja), también leyó el mío. Así que vino a comer el día que se lo conté todo sabiendo lo que le iba a decir (por eso llegó seria, seria, seria), y se enteró de la putada que le había hecho Angus a través de mi post del culebrón.

Conclusión: las dos somos unas malas amigas que, calladas como putas, hemos ido hurgando en la vida de la otra a escondidas, jajaj. Hasta que ella, que es mejor persona que yo (las dos sabemos que es mentira, jajja), ha confesado. Lo que ella no sabía era que yo ya sabía que me había leído porque en su post de hoy explicaba que había descubierto la putada de Angus a través de un post. La información es el poder... jajja.

Así que, ahora que ya no puede serme útil, despediros de Míriam, sus días terminan en este post; os presento a Lena, la auténtica, la inigualable... jajaja.

Joder, qué peso me he quitado de encima! Por poder leerla abiertamente (como ella misma ha dicho, esto ha sido como salir del armario) y por saber que ella es tan cabrona como yo... jajaja. Si es que los amigos están para eso, para perdonarse "esas pequeñas cosas".

Ahora sí, Lena (para que hablen de nosotras con razón): UN BESO!!!

Expediente muy X


Cada vez que tengo un sueño de estos me asalta una gran duda existencial: existen los sueños eróticos con final??? Por qué siempre, cuando estás en lo mejor, te despiertas??? Y da igual que lo remates después, se te queda ahí, grabado en la retina (o en la parte del cerebro que los produzca, vaya), repitiéndose en bucle durante todo el día... alguna de vosotras ha soñado hasta el final?

Me he despertado con la respiración disparada, alucinando con la situación en la que estaba metida y me he quedado un buen rato sólo reviviendo lo que había soñado (curiosamente, no recordaba sólo el final, sino un cacho laaaaaaargo), hasta que me he dicho "Bollovillo, o acabas lo que has empezado, o este estado de sobreexcitación no te lo quita nadie". Y he actuado en consecuencia pero, contrariamente a mis suposiciones, este estado tiene pinta de durarme todo el día.

Bueno, pongo fin aquí a mis andanzas sexuales matutinas. Así que Bollovillo se ha metido en la ducha y ha sido entonces cuando se ha sentido como una pornochacha ya que, desde que vivo aquí, ducharse supone dedicar más tiempo a dejar la bañera, los grifos y la mampara como los chorros del oro que a la higiene personal. Cuando yo vivía aquí tenían un cuarto de baño normal, un poco pasadillo ya, pero bien. Hace un par de años lo reformaron (valga decir que tienen un lavabo que es dos veces mi cocina -para lo cual tampoco hace falta mucho-). La cuestión, que cuando acabo de ducharme tengo que pasar a la mampara esa cosa que usan los limpiacristales (no sé cómo se llama), después secarla con un trapo, igual que tengo que secar también los grifos y las baldosas... y todo esto antes de salir de la bañera... que me ducho con agua, no con tinta china...

Y eso es lo más interesante que me ha pasado hoy, para que os hagáis una idea de la intensidad de mi vida actual... suerte que esta tarde me voy a dar una vuelta...

Culebrón lésbico-vichyssoise

Cada vez que me encuentro con uno de estos casos me viene a la mente una pregunta: vivimos todos/as los de esta acera en un culebrón permanente? acaso ninguno de nosotros logrará superar jamás la edad del pavo? porque a veces me pregunto si estoy en el patio del instituto.

En el capítulo de hoy (por orden de aparición):
  • Ruth: la buena de la película.
  • Una menda: ustedes dirán.
  • Míriam: pasaba por allí.
  • Angustias: con este nombre ya está todo dicho.
A ver, intentaré abreviar. Angustias (Angus, en adelante) es una compañera de trabajo de Ruth. Un buen día, el año pasado, organizaron un fin de semana en una casa rural; nosotras dos, Angus y una amiga suya, Míriam, a la que ninguna de las dos conocía. La idea no me entusiasmaba demasiado, la verdad, a Angus sólo la había visto una vez y, a Míriam, nunca. La cosa resultó salir bastante bien y empezamos a quedar todas.

Míriam y Angus se liaron (cosa que nos hizo mucha ilusión). Hasta ahí bien. La cosa entre ellas, por lo que yo sé (Angus larga por los descosidos), nunca acabó de ser algo más que una amistad con derecho a, en la que se pillaron las dos, la pena es que no coincidieron en el tiempo. Cuando Míriam le propuso algo más serio, Angus le dijo que no y la cosa acabó. Míriam se quedó pillada.

Lo que Angus no le dijo es que estaba saliendo con otro compañero de trabajo, con el que, más o menos por aquellas fechas, se fue a vivir.

Pasaron los meses, nosotras hemos llegado a conocer incluso a este chico, la relación es ya algo formal, viven juntos... y Angus sigue ocultándole la situación a Míriam. No es asunto mío? Cierto. Pero a veces me cuesta morderme la lengua cuando veo que Míriam sigue pillada y sin tener ni idea de nada.

Lo "curioso" es que, con toda la movida de estos últimos días, Angus parece haber pasado al ataque con diversos comentarios (tanto a Míriam como a Ruth) sobre el oculto interés que ella piensa que sigo teniendo en Míriam. Vamos, que le encanta tener a Míriam comiendo de su mano, que no la quiere con ella pero tampoco quiere que se vaya... aun a costa de tener que engañarla para ello, sin importar el daño que le pueda hacer. Que los celos (infundados) son muy malos y hay mucho cabrón suelto por ahí...

Es que si no lo cuento reviento!

Las mil primeras veces

Éste es un relato que escribí hace un tiempo y que me apetece compartir con vosotras. Espero que os guste.

Acariciando las manos de Ana, que me abraza, dormida, por la espalda, saboreo ese placer indescriptible que sigue al sexo entregado del último de mis trofeos, recordando todo el proceso, desde el primer contacto. Ese proceso que, hoy, por fin, me ha hecho libre.

Me pongo mi disfraz de cazadora de cazadoras, de loba con piel de cordero; nada más eficiente para el tipo de víctima que necesito. Y a por ella.

Sarrià-Sant Gervasi, medianoche pasada, local de ambiente femenino. Hacía ya tiempo que no venía por aquí. Mujeres yendo y viniendo, solas o acompañadas, con copa o sin ella, de lado a lado del bareto, coqueteando con sus amigas, risas, besos, abrazos. Nada ha cambiado en lo esencial; muchas pipiolas, quizás, pero no dan el perfil, no pueden darme lo que busco.

Subida en mis tacones me abro paso entre la parroquia hasta hacerme con un rincón tranquilo al final de la barra; posición estratégica, no falla. La mejor manera de llamar la atención es haciendo ver que pretendes todo lo contrario. En media hora mi trofeo se me habrá plantado delante.

Cuarto trago a mi gin-tonic mirando por encima del vaso y, voilà, aquí viene. Tras esquivarles un par de miradas no pueden resistirse, sus miedos desaparecen y pasan al ataque. Omitiré las primeras palabras de toma de contacto por aburridas y, seguro, de todos conocidas. Dejo que tomen la iniciativa y que, poco a poco, vaya desapareciendo esa timidez que las atrajo hacia mí. Al pronunciar las palabras mágicas, si he sabido elegir a mi presa, ésta poco puede hacer ya.

-Nunca había estado en un sitio de estos -pausa para atar cabos en la mente de mi víctima que, finalmente, reacciona.

-¿Y cómo es que has venido? -encoger hombros, bajar vista al suelo, responder.

-Siempre pensé que quizás me gustaría -pausa dramática-. Sería mi primera vez.

Punto de no retorno. Momento clave de la noche. Curiosamente, cuando más a huevo se lo pones te sacan a la pista. A ver si, después de todo, la chica me va a salir rana… después de bailar tres o cuatro canciones al son de los berridos de la clientela, volvemos a nuestro taburete querido. Ana, la incauta de turno, dos copazos después de su primer acercamiento, da los primeros pasos claros hacia mi cama. Me habla al oído, me roza la mano, deja caer una caricia sobre mi pierna y, finalmente, sella mi libertad con un beso. Ya es mía.

Besos, caricias, susurros y alcohol, pero necesito su firma, necesito su olor en mis sábanas y, cuando creo que ya nada puede demorar más mi objetivo, aparece un grupo de amigas, que van a La Rosa, dicen, que por qué no vamos con ellas. ¡A La Rosa no, por Dios! ¡No soporto la salsa! Pero el efecto “anfitriona de una primeriza” es más fuerte que cualquier cosa, y allí que vamos.

Entrada por la puerta clandestina, pasando por detrás de la barra y, hala, al lío. El club de las vetustas a la derecha, pasando revista, como siempre, a cuanto cacho de carne entre por la puerta, algunas cosas no cambian nunca, y esa horrible música a todo trapo. Ahora una bachata, ahora una cumbia, ahora otra cosa que suena exactamente igual que las anteriores o, en su defecto, un “he mojado mis sábanas blancas, recordándoteeeee”, y mi anfitriona de la noche meneando caderas cubata en mano; ésta no me aguanta dos canciones más y la necesito despierta y activa en horizontal, “devórame otra veeeeeez”. ¡Basta ya! La agarro del brazo y la meto en un taxi; bajo la ventanilla para que se me espabile un poco.

Magreo en el portal. Magreo en el ascensor; parece que responde. Llegada a la cama entre besos y tropiezos. Saboreo su saliva, su lengua, sus labios. Tabaco, alcohol, sudor. Respiraciones acompasadas, corazones acelerados, manos que suben y bajan, lenguas que vienen y van, cuerpos que se retuercen, bocas que besan, que lamen, que gimen, espaldas que se arquean, ojos que se cierran, fluidos que empapan, respiraciones contenidas, movimientos convulsivos, una pausa y luego el silencio.

Hace un rato que Ana duerme, ajena a su destino de loba con piel de cordero. Yo también fui Ana una vez cuando, ante la perita en dulce que supuso la primeriza que me cazó, bajé la guardia y ataqué, ajena a mi futuro de caza cazadoras que, hoy, por fin termina. Hoy mi víctima número mil toma mi relevo hasta que, pasadas sus mil primeras veces, se deshaga de su maldición en detrimento de otra pobre desdichada.

En sus manos

Bueno, ayer fue el día (o las primeras horas de hoy, vaya). Hablamos y le expliqué por qué quería seguir con ella. Como es comprensible, después de todo, ella tiene miedo a que la historia se repita, así que ahora es ella la que se está tomando su tiempo para decidir si volver o no con alguien de quien está completamente enamorada, pese a tener siempre presente el miedo a si me volverán a aparecer las dudas... ahora es ella la que tiene la relación en sus manos, y espero que decida no doblarla y meterla en la cajita de los recuerdos.

Ahora, que sé lo que quiero, es cuando más siento no haberlo sabido antes.

Madalena o teta de punto?

La red no dejará de sorprenderme nunca... he buscado madalena y, fíjate tú, ha aparecido ante mis ojos esta maravilla... jajaja. La verdad es que, de horripilante de la muerte que es, llega a convertirse en una genialidad(yo soy de la teoría de que los adjetivos calificativos son circulares... cuando dan toda la vuelta y se encuentran con el punto de partida, los antónimos se vuelven sinónimos... no sé si me explico). Y hecha de lanita, como yo... qué entrañable! (seré yo también un individuo circular???)

Además, más que una madalena o un biberón, se me antoja un buen remedio antilibido lésbico... una teta como ésta y bye bye calentón...

En fin, a lo que iba, la madalena venía porque tengo un hambre atroz... desde que estoy en casa de mis padres tengo un runrún tocanarices que no me deja vivir (yo no soy andaluza, pero mis padres sí, y tuvieron una charneguita muy exagerá). No sé si serán nervios o si -ya sé que esto no hay que decirlo nunca de una madre- la cocina de mi madre ya no me gusta como antes (secreto de sumario).

El otro día tuve que bajar a la cocina a las tres de la mañana... a comerme una madalena! que mi madre dice que las ha comprado por mí, que ella no come... tócate las narices; me tengo que comer una bolsa industrial de madalenas.

Vaya post profundo el de hoy... en fin, el tema Ruth sigue dando vueltas en mi cabecita y parece que empiezan a aparecer algunas luces, pero vete tú a saber... calma y ya saldrá solito. Prefiero no pensar demasiado y dedicarme más a mis chorradas para distraerme y dejar que los sentimientos fluyan.

Un día conmigo misma

Pues sí... ya lo puedo decir; me he borrao del Facebook. Hacía tiempo que había visto esta camiseta en alguna parte y, lo primero que me vino a la mente, que el perfecto maniquí para ella sería uno de esos superalternativos superguaysssss, que son mejores que nadie porque están por encima de la purria común...

Bueno, yo no me voy a comprar ninguna camiseta, pero al final ya se me han hinchado las narices con tanta tontería que corre por ahí (que no se ofenda ninguna facebookera, pero es que hay gente pa' tó). Lo que tenía que aportarme eran los contactos que ya he retomado y que ya saben donde encontrarme, así que, ya que tengo las ventajas en el bolsillo, me he deshecho de los inconvenientes... el Facebook ya no me pone.

Algo menos en qué gastar el tiempo (lo cual en mi caso no es una buena noticia, que el tiempo me sobra), y ahora que he terminado Millenium 3... en qué voy a ocupar mi tiempo??? Que me lo he ventilao en tres días (y eso que hasta la página 500 no se ha puesto interesante...).

La verdad es que podría centrarme en escribir (escribo relatos, nada serio), que hace ya tiempo del último, pero, la verdad, me da una pereza... concentrarme, pulirlo... buf!

Podría tomar el sol y bañarme, ya que estoy en casa de mis padres, pero hoy estaba nublado y ha acabado lloviendo... conjura de los elementos en mi contra?

En fin. Respecto a Ruth... sigo hecha un ovillito... intentando no pensar... intentando sólo sentir... intentando razonar cuando me invade el pánico... intentando no precipitarme... en resumen: intentando.

Y nada... hoy me he pasado la tarde peleándome con Blogger para cambiarle la apariencia al blog (antes me parecía un poco impersonal...). Así que he cogido una madeja de hilo y la cámara de fotos y me he puesto a hacerle fotos en el porche, ante la mirada de mi familia de "jamía, estás como una chota"; no tienen espíritu de artista... en fin.

Y una vez que me he currao la cabecera... me ha costao Dios y ayuda subirla, con lo fácil que es en teoría, que no es que no lo hubiera hecho nunca, es que, como ya he dicho arriba, todas las fuerzas del universo se han conjurado hoy en mi contra.

Y nada, que aquí estoy, comiéndome los mocos... como no salga pronto de este enclaustramiento voy a empezar a desvariar en breve.

Fase superada

Esta imagen es tan cursi que me ha encantao; no he podido resistirme a colgarla... jajaja.

En fin. Hoy tocaba poneros al día de mi conversación con Míriam, así que allá voy.

He llegado bastante nerviosa porque seguía sin saber cómo ni por dónde empezar... y además ella ha llegado seria, seria, seria... cosa que no me ha tranquilizado mucho, la verdad.

Total, que hemos empezado a comer (más bien poco, porque a mí con los nervios no me entraba nada) y he empezado a explicarle la situación... omitiendo su nombre (tampoco sé por qué lo he hecho si pensaba decírselo de todas maneras... cobardía, supongo), hasta que ha llegado un punto de la conversación en que he pensado que era una tontería seguir hablando de "otra persona", así que le he preguntado si sabía de quién estábamos hablando y ha confirmado mis sospechas de que no es tonta y se había dado cuenta ya. Con algo tan simple la tensión ha bajado (por lo menos yo me he sentido aliviada). Así he podido entrar en más detalles de la situación y hablar sin rodeos de lo que me pasaba con ella.

Lo mejor de todo es que, al tenerla allí delante, no se me ha movido nada especial por dentro (aparte del estómago, por los nervios). Con esto ya me he quedado un poco más tranquila; no estaba enamorada de ella... no voy a negar que siento una cierta atracción física y que ella me cae muy bien, pero vaya, precisamente la suma de estos dos factores fue lo que me confundió, supongo.

Nos hemos pateado media Barcelona (con todo el solano, como las buenas) y con la tontería hemos pasado seis horas juntas (y habíamos quedado para comer), pero bueno, yo me lo he pasado bien y, supongo, el hecho de que ella haya aguantado todo ese rato conmigo es una buena señal de que este episodio no va a afectar a nuestra amistad... (ella no es de las que se queda si se está agobiando, lo cual me gusta). Quizás esté un poco incómoda al principio, pero no creo que la cosa sea más grave que eso.

En fin, que me he quitado un peso de encima... bueno, dos; el primero al saber que no estoy enamorada de ella y el segundo al saber que tampoco la voy a perder como amiga... es cierto que de momento no es una amistad profunda, justo empezamos a conocernos un poco, pero espero que con el tiempo podamos llegar a ser buenas amigas.

Y nada, éste ha sido mi día... un pasito más hacia mi decisión final.

Y entonces llegó ella

Pues sí que voy a tener que hablar con ella, sí, pero no con Ruth (con quien ya he hablado bastante y a quien no pienso molestar más hasta tomar la decisión definitiva), sino con Míriam.

Míriam; nuevo elemento en la historia del que no os había hablado todavía. Míriam es una reciente amiga de las dos y que, este verano, nos ha acompañado en las vacaciones. Han sido diez días geniales, de muy buen rollo y de disfrutar mucho, tanto del viaje en sí como de los compañeros. Sin embargo (por desgracia, supongo), Míriam ha hecho que se me moviera algo por dentro (sentimiento sin identificar, como todos los míos...).

Empecemos por el principio. Hasta el viaje no había tenido con ella más que una buena conexión (por lo menos por mi parte), me cae de puta madre y tenemos ciertos puntos en común, pero fue empezar las vacaciones y... ¡sorpresa! algo de esta chica me atraía más de lo que yo habría deseado. ¿Ha pasado algo entre nosotras? No, no ha pasado nada (aunque supongo que, si no es muy tonta -y no tiene pinta de serlo-, se habrá dado cuenta, no sé).

La cuestión es que, si a mi ya demasiado amistosa relación con Ruth (me temo), le sumamos una tercera persona, la cosa empieza a pintar bastante mal; algo falla. Y ahí es donde saltan todas las alarmas y no puedo negarle a Ruth su "creo que no deberías estar conmigo porque para ti soy una amiga". ¿Cómo se lo voy a negar si ni yo misma estoy segura de que no tenga razón?

Así que, ahora que Míriam ha vuelto de viaje, he decidido hablar con ella y aclarar mis dudas; intentar identificar mis sentimientos hacia ella (si es que los hay), ya que no sé si simplemente me estoy confundiendo (ojalá), si es sólo algo sexual o si la cosa va más allá y realmente estoy a empezando a sentir algo... en cuyo caso no sé qué hacer (supongo que en ese caso debería acabar mi relación con Ruth; no sería justo continuar con ella, independientemente de que mis sentimientos fueran o no correspondidos).

Mañana hablo con ella; a ver cómo abordo el tema sin que se resienta nuestra amistad (esa va a ser otra). Ya os contaré qué tal.

Precipicio abajo

Ovejanegra me pedía el desenlace, la decisión que tomé tras tanto pensar y repensar. Pues bien, aquí está.

En mi última entrada os contaba que había llegado a la conclusión de que no quería perderla como pareja, de que estaba segura de querer pasar el resto de mi vida con ella pero prefería esperar unos días más para no precipitarme.

Bueno, pues si hay algo que sé hacer en esta vida es precisamente eso; precipitarme. Así que el jueves por la mañana la llamé para decirle que quería hablar con ella en casa. Llegué allí sobre las cinco y le expliqué que quería seguir con ella, que quería seguir haciéndolo todo juntas, que éramos una, y realmente le estaba diciendo la verdad.

Aceptó y volvimos a nuestra vida, ilusionadas y haciendo planes para aquella misma noche. Fuimos a cenar y compramos entradas para el cine. Ya después de cenar empecé a sentir una extraña sensación, como de estar cagándola para siempre. De repente me sentí atada, sentí que estar con ella, pese a ser lo que quería, me iba a llevar de nuevo a la misma situación que me llevó a plantearme nuestra relación. Y tuve miedo. Miedo de haberme equivocado, miedo de no saber cómo salir de ésta y, sobre todo, miedo (o certeza, vaya) del golpe que se iba a llevar ella después de volver a tenerme en su vida si le planteaba lo que me pasaba por la cabeza.

Y no sé ni cómo, un minuto antes de empezar la película, salió el tema; no sé cómo llegamos a hablar de ello pero para cuando se apagaron las luces la cosa ya tenía muy mala pinta. Salimos de la sala. Volvimos a casa y empezamos a hablar; sin llegar a ninguna conclusión y sin saber cómo llegamos a la cama, donde, paradójicamente, tuvimos el mejor sexo que recuerdo en muchísimo tiempo. Me sentí muy unida a ella, sentí que realmente tenía que quedarme porque sería una locura no hacerlo. Me dijo que lo consultara con la almohada y que después le dijera algo.

A la mañana siguiente me desperté mucho antes que ella y me quedé mirándola, durmiendo a mi lado... y no supe identificar lo que sentía. Y volví a sentir miedo. Cuando se despertó me preguntó qué quería hacer con nuestra relación... le pedí más tiempo. Le pedí perdón por el daño que le había hecho al precipitarme (hay algo más cruel que dar algo a alguien y quitárselo después?). Me pidió que me tomara el tiempo necesario, que no volviera a actuar por impulso, que sabía que la quería y que había sido eso lo que me había llevado a tomar la decisión, pero que no podía decidir en función de mi miedo a perderla o del daño que no le quisiera hacer.

Y me fui. Volví a casa de mis padres pensando en lo estúpida que había sido y en cómo tenía que actuar para no repetir mis errores. Y aquí sigo, intentando no pensar en ella ni en mi decisión, tratando de sentir, simplemente, sin darle más vueltas que no me llevan a ninguna parte... y parece que, por ahora, va surgiendo efecto; creo que llegaré a tomar la decisión adecuada, sin prisas, pensando en mí porque, lo mejor para mí será también, a corto plazo o a la larga, lo mejor para ella, aunque para ello tenga que sufrir durante un tiempo.

Sí? Estás segura?

Ayer pasé todo el día pensando en la posible solución que había encontrado desayunando con Karola, y estuve casi segura de que era lo que tenía que hacer. Volver y solucionar ese problemilla (problemón?) que impide que nuestra relación sea perfecta.

Por la noche me dediqué a ver las fotos de estas vacaciones (un poco masoca, lo sé), para ver qué sentía al verla tan feliz, posando conmigo y haciéndonos fotos chorras. Y llegué a la conclusión de que no quería perderla, de que, por mucho que ella diga que yo nunca la perderé, no quiero conservarla como una amiga, sino como la persona que quiero que me acompañe el resto de mi vida. No consigo verme en brazos de otra; quiero que sea ella.

Llegado este punto decidí esperar algo más de tiempo, atarme las manos a la espalda para no coger el móvil y decirle que ya he tomado una decisión y si ella también está dispuesta a volver conmigo después de todo.

Esta noche me he despertado cincuenta veces pensando en ella, en lo mal que lo estará pasando, en lo poco que se merece esta situación y en si debería poner fin ya a todo esto o si será mejor esperar unos días más... mejor me freno; por muchas ganas que tenga de volver será mejor dejar pasar unos días, que me conozco... puta inestabilidad.

Manos amigas



Cada uno es como es; Ruth (vamos a ponerle nombre ya) necesita aislarse de todo y de todos en momentos como éste y yo necesito hablar con los amigos, sea para desahogarme y llorar a moco tendido (cosa que se me da muy bien), sea para ordenar mis ideas y ver otros puntos de vista, o sea pnara distraerme y dejar de darle vueltas a la lavadora, aunque sólo sea un ratito.

Total, que tras ver a Ruth tan hecha polvo la primera noche, viendo que yo no sólo no podía ayudarla sino que más bien la iba a hacer sentir peor, mandé un SMS a Pili y Mili, nuestras mejores amigas, diciendo que la llamaran al día siguiente porque las iba a necesitar. Claro, yo lo hice con la mejor intención, pensando que le ayudaría porque sería lo que yo necesitaría en su situación... pero me cayó una bronca cuando se enteró... (aunque sabía que lo había hecho de buena fe).

La cuestión es que quien acabó quedando con ellas fui yo, después de pasar por casa a devolverle sus llaves y llevarme las mías (con las prisas cogí las primeras que vi). Y allí estaba ella, pobre, hecha polvo e intentando mantener las distancias para no hacer de aquello un drama. Se me partió el corazón al verla allí de aquella manera, sin poder darle siquiera un abrazo ni un beso de despedida, pero pensé que sería mejor que me fuera cuanto antes para que mi visita alterara lo menos posible su ya triste estado de ánimo.

Con la lágrima en el ojo fui al encuentro de Pili y Mili, con quienes, pasado el primer "Cómo estás?" y, sobre todo, el "Cómo está Ruth?", con el que temí echarme a llorar desconsoladamente en la calle, conseguí hablar del tema con una entereza admirable en mí. Les expliqué, me pusieron al tanto de sus teorías sobre las fases de una relación y le dimos vueltas a la situación hasta no quedar nada más que decir. Tras pedirles (innecesariamente, pues lo habrían hecho igual) que cuidaran de Ruth nos separamos y yo fui a buscar a Karola al trabajo, puesto que también había quedado con ella (aunque ella no sabía nada todavía, de hecho, habíamos quedado para hablar del fin de su tormentosa relación con su ya ex).

Tomamos algo contándonos nuestras penas, cenamos contándonos nuestras penas y acabé durmiendo en su casa (en el sofá) porque ya había perdido el último tren hacia el quinto pino en el que viven mis padres.

Y esta mañana, con el café con leche, creo que he encontrado un camino bastante seguro (o, por lo menos, no descabellado) para llegar a tomar una decisión con una base sostenible. Las piezas encajan, los sentimientos me llevan a tomarla y el sentido común también, sin embargo esperaré lo necesario para saber con total seguridad que no es una decisión impulsiva. Espero no equivocarme.

Primera noche... y no está

Antes de que nadie se emocione; no soy la chica de la foto (cosa que supongo que intuíais, pero mejor despejar cualquier tipo de duda), ya me gustaría...
En fin.

Primera noche en casa de mis padres, sin ella, durmiendo en la misma cama que tantas veces hemos compartido al venir de visita, en la que era (es?) nuestra habitación, donde mi madre (qué mona...) había puesto nuestras fotos en las mesillas de noche; una de la primera postal de Navidad que enviamos en nuestro primer año de convivencia y la foto de la última, "Feliz 2009", decíamos en una foto con grandes sonrisas. Feliz 2009... manda huevos.

Y la he echado de menos. Mucho. Echo de menos su manera de dormir, acurrucada y con los puñitos escondidos bajo su barbilla, la visión de su espalda (rara era la vez que dormía de cara), su respiración pausada y su lado de la cama ocupado (aunque yo ya dormía en diagonal con ella es muy diferente saber que no está a mi lado y que ya no basta estirar un poquito el pie para rozar el suyo).

Me gustaría llamarla y decirle que ya está, que siento haber vuelto a dudar de mis sentimientos y volver a hacerle pasar por esto, y que sí, que estoy completamente segura, que nunca más se volverá a dar esta situación porque nunca más volverán a aparecer las mismas dudas... pero no lo haré, por lo menos no todavía, hasta que no quede ni un sólo resquicio de duda, hasta que esté totalmente segura de no volver a hacerle daño, hasta saber que puedo hacerla infinitamente feliz durante el resto de mi vida.

Y si nunca llego a estar segura de ello, ésta será la última vez que la haga sufrir, porque no lo merece, porque ella sí merece ser feliz.

Dudas y decisiones


Después de una noche de pesadilla, después de haber hablado con ella sobre mis dudas, antes y después de dormir, hemos decidido tomarnos un tiempo para pensar. Para pensar si queremos continuar con una relación llena de amor, aunque no sepamos de qué tipo es el mío, o si, ante la duda, preferimos querernos de otra manera, como buenas amigas.

Después de diez años esto duele. A las dos. A ella, por supuesto, por estar enamorada de alguien que ni siquiera sabe si siente lo mismo por ella o no, si realmente estoy enamorada de ella a mi manera o si la persona que más quiero en el mundo es "sólo" mi mejor amiga.

Necesitamos espacio para pensar; no podemos seguir viviendo juntas mientras tomamos esta decisión, así que me he plantado en casa de mis padres maleta en mano, por tiempo indefinido, hasta que solucionemos nuestra situación (o acabemos de joderla si nos equivocamos).

Y allí se ha quedado ella, hecha polvo con sus sentimientos encogidos, tomando su parte de la decisión. Intentando no equivocarse al aceptarme de vuelta en su vida (si decido hacerlo) o al poner fin a una relación llena de amor pero incierta.

¿Cómo se toma la decisión correcta sin hacer daño? ¿Cómo sé si me estoy equivocando? ¿Dónde están las instrucciones?

Hilos enredados

Ésta soy yo. Un ovillo de pensamientos, de sentimientos, de miedos, de equivocaciones... un montón de hilos arrebujaos, circulando sin orden aparente por esa gran pelota que es mi vida, por la que vago sin rumbo fijo y estropeando todo lo bueno que pasa por mis manos, dejando marchar lo mejor que me ha pasado jamás, ese amor que todos soñamos y que, después de encontrarlo de forma incondicional, se me antoja demasiado parecido a una amistad.

Cuando esto pasa dos veces debe de ser señal de algo; o realmente no estoy enamorada de la persona más maravillosa del mundo, a la que quiero con locura, o simplemente soy tonta por no saber ver lo que tengo delante y que nunca volveré a encontrar en otra persona... en alguno de mis hilos estará la solución, pero... en cuál?