En sus manos

Bueno, ayer fue el día (o las primeras horas de hoy, vaya). Hablamos y le expliqué por qué quería seguir con ella. Como es comprensible, después de todo, ella tiene miedo a que la historia se repita, así que ahora es ella la que se está tomando su tiempo para decidir si volver o no con alguien de quien está completamente enamorada, pese a tener siempre presente el miedo a si me volverán a aparecer las dudas... ahora es ella la que tiene la relación en sus manos, y espero que decida no doblarla y meterla en la cajita de los recuerdos.

Ahora, que sé lo que quiero, es cuando más siento no haberlo sabido antes.

5 comentarios:

Kathy Kane 27 de agosto de 2009, 22:15  

Sí, es su momento, lo respetarás y esperarás entre dudas y sudores sin presionar.
Así debe ser ¿no?

Bollovillo 27 de agosto de 2009, 22:33  

Por supuesto. Y no será ni la mitad de duro de lo que ha sido para ella.

Kathy Kane 27 de agosto de 2009, 22:48  

En eso tienes toda la razón.

OVEJANEGRA 28 de agosto de 2009, 23:38  

¿Como consigues llegar a una conclusión y saber lo que sientes en tan poco tiempo?

Bollovillo 28 de agosto de 2009, 23:47  

Si supiera cómo lo he hecho lo habría hecho antes.
Simplemente lo he sentido. No he sentido miedo de estar sola; he tenido miedo de estar sin ella. Me he dado cuenta de que todo este tiempo lo he pasado aterrada por el daño que le podría hacer si algún día dejaba de sentir algo por ella, sin darme cuenta de ese mismo daño se lo estoy haciendo ahora, cuando ni siquiera es necesario.
No sé si me explico muy bien, pero de repente me ha caído esta rebelación ante las narices y por fin lo he visto claro.